Hacer las cosas bien lleva tiempo, hacerlas mal es perder el tiempo

Soy una mujer extrovertida y cercana a la que le agrada hablar y, sobre todo, escuchar lo que mis parejas deseen contarme. Al mismo tiempo, y a pesar de mi excelente preparación, conservo un puntito de inocencia que, aparte de aportar mucho morbo a la relación, deja convertir cada uno de mis encuentros en algo muy natural, principiante y nada profesional. Cuando contemplamos la naturaleza y nos embelesamos con su magnificencia y su belleza, cuando la psique se detiene y únicamente percibimos de una manera directa, sin juicios, sin evaluaciones, sin siquiera meditar, solamente unidos con la existencia, en un eclipse total de sol, en un amanecer, en un atardecer, al contemplar las estrellas, o bien un planeta, al estar en contacto con un árbol o bien con el pasto, es en esos momentos en que funcionamos sin el ego, mas son tan pocos y tan extraños que podemos decir que prácticamente no son, aunque en calidad representan un abismo tremendo en contraste con nuestras vidas aburridas.

Su figura parecía increíble en el espéculo

Cuando el equilibrio entre el lóbulo frontal y nuestro núcleo accumbens se rompe, perdemos nuestra capacidad de control. Es entonces cuando sentimos que no somos capaces de detenernos y nuestras resoluciones son papel mojado. Michael winn explica: se puede supervisar la energía sexual de los genitales y de los riñones y la energía emocional del corazón mediante la meditación. Esta praxis meditativa, popular como el método del agua y del fuego (llamado kan pequeño y li), te deja fielmente hacer el sexo interiormente de ti y alcanzar un clímax muy elevado que disuelve las fronteras entre cuerpo y espíritu. Esta praxis tiene varios beneficios para la vigor y era mentada de forma tradicional como un método para reparar el ánima y el espíritu. La doctora Patricia Meraz especialista en la materia subrayó que tanto los matrimonios como las familias están expuestas a múltiples resoluciones económicas y financieras que afectan tanto sus carteras como sus vidas.

¿Y qué más? ¿y qué más?

Para las mujeres, la menopausia tiene un carácter considerablemente más marcado que la llamada andropausia para los varones. El proceso que nos lleva a la pérdida de la regla es largo y penoso y durante se producen una serie de cambios traumáticos en nuestra mecánica hormonal que nos afecta en perturbaciones sensibles y en trastornos orgánicos más o menos evidentes. La irregular producción de una hormona llamada testosterona (que solemos pensar que sólo la producen los varones) produce una serie de inconveniencias en el ámbito de los genitales: mayor sequedad vaginal, pérdida de elasticidad en ese conducto, estrechamiento del tramo siguiente y del cuello del útero… y de mermas en el proceso bioquímico del deseo.

Es el instante de detenerse, y hay que detenerse en serio. Muchos hombres cometen el error de proseguir tocando las s genitales de su pareja a lo largo de ‘el periodo refractario’; mas lo que logran es ocasionar molestia a su pareja. Esto es debido a que cuando la excitación empieza a disminuir, las zonas erógenas se vuelven sensibles de forma negativa; mas muchos hombres no lo saben. Hoy es común que lo hagan y lo comenten entre sí, algo muy diferente a como se vivía este mismo fenómeno años atrás. No por el hecho de que ahora se viva y antes no, sino porque se interpreta distinto.

Recuerdo que cuando estaba en las postrimerías de la adolescencia y salíamos de celebración en pandilla, había un colega que se solía quedar en casa para que su novia no se mosqueara. No es que fuésemos a abrasar la ciudad precisamente: salíamos en plan cena, un par de cervezas y bailoteo. La verdad es que esa lumi lo tenía desengañado, sino venía ella no le permitía integrarse con nosotros y si nos acompañaba enranciaba la velada con sus quejas. Es muy importante respetar al otro. No puedes estar sobre la otra persona como una sombra porque eso agobia hasta al más santo.

¿Qué planes no fueron realizados?

La habitación estaba hecha un desastre. Había candelas consumidas, un cenicero volcado, botellas vacías y un montón de cds desparramados por el escritorio. El sol, que comenzaba a instruir los dientes, se colaba por las rendijas de la persiana cerrada. Quedaba poco a fin de que el verano se pusiese a reclamar lo que era suyo. Hola mi nombre es Vlada y soy una mujer con unas curvas que no vas a poder acabarte en una intensa velada, con lo que desearás reiterar y repetir. Si bien haya nacido en Rusia, no me gusta el frío y menos cuando se trata de una relación íntima. Soy cálida, próxima y conversadora. Ven, te espero en mi cama … ¡Un momento, pero Edward lo dio todo por Bella en Crepúsculo (y viceversa) y resulta que tenían la relación más mágica y romántica que has visto en tu vida! Bien, mas hay un pequeño detalle sin importancia que lo cambia todo: aquello era una película. Bienvenido de nuevo al mundo real. De forma frecuente generamos una necesidad inmediata de apreciar restaurar eso que nos hace sentir culpables. En el momento en que nos sentimos reiteradamente culpables, podríamos correr el riesgo de caer en la victimización, lo cual hace más bastante difícil hallar la solución que buscamos debido a que vamos perdiendo la capacidad de decidir (consciente o inconscientemente); a este respecto Forward (2009) menciona: No asumas el papel de víctima dejando en manos de tu pareja (o bien el resto) decisiones esenciales porque te sientes culpable de abandonarlo. Lo más probable es que muchas de sus amenazas sean vanas, recuerda que muchas ocasiones se trata de fanfarronería, que al encararla, el bravucón retrocede y si sabes cuáles son tus derechos, él/ella te inspirará menos miedo [x2]

¿Si pudieras mudar una cosa del pasado, qué sería?

Tu lengua, tus labios, tu respiración y tus dientes, así como tus manos y tu cuerpo, pueden trabajar juntos para convertirte en una máquina que ama los glúteos. Mordiendo sus nalgas y frotando sus muslos, trasero, torso, pechos, lo que puedas lograr. El gilipollas en sí es denso con terminaciones inquietas y también impresionantemente sensible. No muerdas demasiado, mas tampoco la trates como a una muñeca de porcelana. Déjala sentir tu deseo, y sentirá más deseo ella misma. Ser culpable de uno o bien múltiples de estos errores es escatimarle el placer sexual a la mujer y predisponerla de manera negativa para las siguientes ocasiones. Ya antes de llegar a esta altura usted debió haber recorrido las anteriores zonas erógenas y haber estimulado a su compañera de tal manera que su excitación haya aumentado hasta el punto en el que llegar a sus genitales sea algo de manera perfecta natural. Puesto que obtiene prácticamente cero estimulación del clítoris en esta posición sexual, y no puede ayudar pues apoya su peso en sus manos, la pareja femenina puede obtener considerablemente más placer de esta posición si estimula a su clítoris misma tampoco. Sus dedos o bien un pequeño vibrador como una bala.

La evolución es la evolución de la conciencia

Segunda relación: ¡Ea!, pues era la prima de uno de mis mejores amigos y me robó un beso en mi primer día del segundo año de universidad. Estuvimos juntos un buen tiempo. era una persona bien atenta siempre se preocupaba por su primo, de que él estuviera bien y de veras que era una buena persona. En la próxima contestación se emplea cuando tratas de besar a una mujer lo cual te explicare porque es bastante esencial después, mas en el momento en que una mujer afirma no te daré un beso lo que quieres hacer es contestar con algo como eso debe significar que eres malísima besando, ella dice no, pero no deseo besarte, entonces es tu ocasión de responder con vamos te daré una ocasión para probarlo, bésame sin pensar en ello en caso contrario tendré que rechazarte por el hecho de que sabes, un hombre debe tener sus estándares. Esto es una cosa que tienes que decir de una forma muy seguro y juguetón. Para Boccaccio, la pasión cariñosa o el instinto sexual son concebidos como un impulso natural inherente a la condición humana. Mujer y hombre son seres deseantes y, como tales, seres que fabrican erotismo. El amor y la atracción sexual son para el autor de El Decamerón uno de los más esenciales impulsores del comportamiento humano y, en consecuencia, uno de los primordiales motores que mueven el mundo. Nada se puede contra él. Cuando el amor, la atracción sexual o bien el impulso erótico se activan y empiezan a moverse, nada puede detenerlos. El amor es, en El Decamerón, una fuerza inevitable. Lo era también en el amor cortés, mas en aquel género de literatura la mujer aparecía siempre y en toda circunstancia reflejada como un ser absolutamente idealizado, como un prototipo. En El Decamerón, por contra, la mujer no tiene nada de ideal: es un ser que, del mismo modo que el hombre, tiene deseos y tiene debilidades.