¡Si tienes miedo a perder, no mereces ganar!
En consecuencia, y estando ciertos de que no hay una ENTIDAD REGULATORIA DEL SWINGER, o una POLICÍA LIBERTINA que fiscalice la conducta y sancione violaciones a la regla vigente de los promiscuos con principios, más que charlar de reglas en el ambiente, podríamos charlar de etiqueta. Sigue leyendo