Que el hecho de tener que lubricarlo no os corte el ritmo cuando estéis metidos en faena
Si le afirmas a un paciente: Imagina un elefante rosa, es probable que te afirme que le cuesta hacerlo. Sin embargo, al decirle: No deseo que pienses en un elefante rosa, es prácticamente seguro que el paciente lo esté visualizando ya desde ese instante. Sigue leyendo