También existe el roce profundo, el que se distingue del superficial porque alcanza tejidos profundos (músculos, sistema vascular, fascias, etc.), a de ser una técnica mixta en la que existe roce con desplazamiento y una ligera presión. Sigue leyendo
Ahora bien, si el hombre en cuestión consigue erecciones nocturnas (o sea, mientras que duerme), es obvio que tiene la capacidad de lograr y mantener la erección. En consecuencia, ese hombre no sufre de impotencia, en tanto que el proceso se genera automáticamente. Sigue leyendo
Para producir un mayor placer en la mujer, es importante que el hombre suprima pensamientos y creencias como por poner un ejemplo, pesar que si emplea los dedos, la lengua o el cuerpo mismo para acariciar a su mujer, es un hombre débil. Sigue leyendo
Acá empieza la chicha de veras y lo anteriormente expuesto, es preciso para contextualizar todo el proceso, afianzar nuestra autoestima y para comenzar el acto de ligar con unas condiciones perfectas para obtener un buen resultado. Sigue leyendo
Presta atención a lo que quiere decir o bien trasmitir la persona con la que estás. Si se te da mal, pídele una pista de forma discreta si ves que te quiere decir algo mas no sabes muy bien qué es. Sigue leyendo
Su propio anuncio debe ser claro y autoritario, como corresponde a Dominatrix. Deje en claro lo que espera del sumiso: solo el servicio, una relación romántica con Dominance de tiempo completo o bien una relación romántica con sesiones eventuales de disciplina o bien servicio de limpieza. Sigue leyendo
Déjate llevar hacía un viaje de sensaciones, de placeres imborrables, disfruta conmigo y de mis curvas … van a ser todas y cada una para ti. Sigue leyendo
El yoyo es un artilugio consistente en dos discos unidos por un eje y un cordón. En la ranura que forman los discos y donde se oculta el eje, se enrolla el cordón que, anudado a un dedo y mediante sacudidas, sube y baja. Sigue leyendo
Incluso después de estar convencido de que la cosa no daba más, yo salía a pasear cerca de su casa. Esperaba encontrármela por accidente y que, por arte de magia, estuviéramos de nuevo juntos. Lo cierto es que nada de eso ocurrió en aquel instante. No hubo reencuentro ni magia. Sigue leyendo
Sólo por ese día le hubiera agradado a nuestra amiga el no haber causado ningún efecto (mucho menos un efecto tan negativo) en su pareja, pero eso prueba que el no ocasionar efectos a terceros es una misión imposible. Sigue leyendo
